
Hola hola Jefazas. Otra semana en la que estoy por acá. Escribir esto se está sintiendo medicinal. Me conecta con ustedes a otro nivel. Por eso hoy quiero abrirme un poco más. Hoy no te escribe la CEO, ni la mentora.
Hoy escribe la mujer.
La mujer que un día se sintió vacía en medio de lo que había construido.
La mujer que, aunque tenía éxito, se estaba apagando por dentro.
Hoy te escribo para contarte que volver a ti comienza con un permiso.
Uno que nadie puede darte excepto tú.
El permiso de decir: “Esto ya no me funciona”
Beyond Roots ha sido mi bebé, mi proyecto, mi revolución.
Y durante años, ese bebé creció hablándole al mundo del cabello afro, de la raíz, de la identidad.
Pero llegó un momento en que yo había cambiado… y Beyond Roots ya no me reflejaba.
Me dolía el estómago —literalmente— cada vez que alguien me preguntaba qué hacer con su cabello reseco.
No porque no lo respetara.
Sino porque yo ya no estaba ahí.
Y fingir que sí, me estaba alejando de mí misma.
Dirigir una empresa cuando lo que comunicas ya no vibra contigo… es agotador.
Me quedé sin voz.
Me quedé sin fuerza.
Me quedé sin magia.
Hasta que me di permiso.
Permiso para decir la verdad.
Permiso para soltar lo que ya no.
Permiso para elegir lo que sí.
Aunque incomodara. Aunque asustara. Aunque significara empezar de nuevo.
El permiso de incomodar (y liberarte)
Me di permiso para reconocer que no quiero seguir hablando de cabello.
Que hay otras personas haciéndolo hermoso… pero que yo tengo otra misión.
Me di permiso para hablarle a mujeres.
A esas que no se conforman con el “esto es lo que hay”.
A esas que quieren crecer, romper moldes, transformarse.
Me di permiso para redefinir Beyond Roots como lo que hoy es:
un templo para el alma, el cuerpo y la expansión.
Y claro que fue un duelo.
Claro que dolió pensar que muchas personas ya no iban a resonar con la nueva visión.
Pero ¿sabes qué duele más?
Vivir una vida que ya no te representa.
El permiso de volver a ti
Cuando te das ese permiso, todo se reordena.
No es inmediato. No es perfecto.
Pero algo en ti se alivia.
Porque ya no estás fingiendo. Ya no estás sosteniendo algo por miedo a decepcionar.
Estás eligiendo vivir desde tu verdad.
Volver a ti no es un evento. Es un proceso.
Y ese proceso comienza con un “ya no puedo seguir así”.
Con un “esto ya no me refleja”.
Con un “me merezco vivir alineada con lo que realmente soy hoy”.
Beyond Roots renació y yo también.
¿Y tú… qué necesitas permitirte?
Tal vez necesitas darte permiso para soltar una rutina que ya no vibra contigo.
O para elegirte por encima del deber.
O para parar, llorar, reinventarte.
Sea lo que sea…
Recuerda esto: el permiso que estás esperando, solo puedes dártelo tú.
Y cuando lo haces, todo cambia.
Tu energía.
Tu visión.
Tu vida.
Hoy quiero que si un día me paras en la calle, me digas:
“Beyond Roots me cambió la vida dos veces: la primera, cuando me enseñaron a amar mi cabello. La segunda, cuando me guiaron a despertar a la mujer Jefaza que llevo dentro.”
Esa es mi visión.
Esa es la tribu que quiero sostener.
Ese es el renacer que hoy estamos celebrando y disfrutando juntas.
Gracias por seguir aquí.
Gracias por caminar conmigo.
Si este mensaje te tocó, si algo en ti se sintió vista, si estás lista para darte permiso también… ven al Templo.
Aquí honramos los renaceres.
Como siempre, te abrazo, te honro y te celebro.