
Hola, Jefaza, soy Lilibet Elizalde, gerente del Salón y Tienda Beyond Roots. Pero, más allá de eso, soy una mujer como tú, que ha vivido en carne propia lo que significa transformar la relación con el cabello… y con una misma.
Hoy quiero hablarte desde el alma, como si estuviéramos compartiendo una taza de té en el Centro de las Raíces.
Quiero contarte algo que quizás no has escuchado lo suficiente:
Tu cabello es un portal, un símbolo de tu historia y una herramienta poderosa de transformación.
Si estás aquí, es porque en algún momento te has cuestionado lo que te enseñaron sobre tu cabello.
Quizás te miraste al espejo y no reconociste a la mujer que te devolvía la mirada. Quizás sentiste que tu cabello era un problema que debías resolver.
A mí también me pasó.
Durante años, mi cabello fue el reflejo de lo que la sociedad esperaba de mí, no de quien yo realmente era.
Nos enseñaron que debía lucir de cierta manera para ser aceptado, que nuestra textura natural no era suficiente.
Así, sin darnos cuenta, comenzamos a moldearnos para encajar en un estándar que no nos representaba.
Cuando miro atrás, veo que cada decisión que tomé con mi cabello hablaba de mí: de mi autoestima, de mi nivel de confianza, de mi forma de moverme por la vida.
Alisarlo no era solo una elección estética; era una herida silenciosa que me enseñaba que, tal como era, no bastaba.
Hasta que un día, a los 25 años, decidí que ya era suficiente.
Dejé atrás los químicos y los estándares impuestos. Y aunque sentí miedo —porque dejar lo conocido siempre da vértigo—, también sentí libertad.
Con cada rizo que volvía a su forma natural, algo dentro de mí también florecía.
Entendí lo más importante:
Si alguna vez nos moldeamos para encajar, también tenemos el poder de reconstruirnos para ser libres.
Cuando decides dejar crecer tu cabello natural, también sueltas miedos, expectativas ajenas y la necesidad de aprobación.
No importa si eliges llevar rizos, alisado, cabello corto o largo.
Importa cuánta libertad te permites para decidir quién quieres ser.
Por eso hoy quiero invitarte a algo muy sencillo, pero poderoso.
Tómate un momento solo para ti. Prepara tu té favorito, enciende una vela, y reflexiona en silencio:
- ¿Cuándo fue la primera vez que sentiste que tu cabello no era “correcto”?
- ¿Qué historia ha contado tu cabello hasta ahora?
- ¿Qué creencias heredaste sobre tu imagen?
- ¿De quiénes son esas creencias?
- ¿Cómo quieres que tu cabello refleje tu autenticidad?
- ¿Qué mensaje le darías hoy a esa niña que creyó que su cabello no era suficiente?
Yo me hice esas preguntas un día, y las respuestas me impactaron.
Descubrí que había cargado con ideas que no eran mías.
Había creencias que me hacían dudar no solo de mi cabello, sino de mí misma.
Era hora de romper con ellas.
Un pequeño gran ejercicio para ti

Escribe todas las creencias que hoy limitan tu forma de ver tu cabello.
Y luego, para cada una, crea una creencia poderosa que la anule y te devuelva tu fuerza.
Cuando cambias tu narrativa interna, todo cambia.
Cada vez que te veas al espejo y sientas el impulso de criticar tu cabello, recuerda:
Tu cabello está en proceso de florecer, igual que tú.
Crea tu ritual de amor propio

Convierte tu rutina capilar en un momento sagrado.
No la veas como una obligación: haz de ella un espacio de conexión contigo misma.
Pon música que ames, enciende un incienso, aplica tus mascarillas con intención, y recuerda:
cada hebra de tu cabello cuenta una historia de resiliencia y belleza.
Rodéate de representación positiva.
Llena tu vida de imágenes, cuentas y espacios (como Beyond Roots 💛) donde el cabello natural es celebrado en todas sus formas.
Busca una comunidad que te nutra, que te recuerde cada día lo valiosa que eres.
La transformación empieza con una decisión

La sanación no ocurre de la noche a la mañana.
Pero empieza en el instante en que decides mirarte con nuevos ojos.
Hoy te invito a dar ese primer paso:
Ama tu cabello como parte de tu historia.
Deja que te guíe hacia la versión más libre y poderosa de ti misma.En Beyond Roots no solo cuidamos rizos: cuidamos almas.
Nuestro Templo está abierto para ti, JEFAZA.
Para que, junto a nuestras estilistas, no solo transformes tu cabello…
transformes tu historia.
Con amor,
Lilibet