Merezco una vida que no me agote: cómo soltar la adicción al sacrificio

Hola mi Jefaza que Despierta:

Un gustazo enorme estar abriendo este espacio sagrado entre nosotras. LLego con el corazón muy abierto, una sonrisa que da gusto verla y los pies descalzos apoyados en el suelo mientras escribo

Acabo de terminar una sesión somática con más de 200 mujeres en directo. Donde trabajamos nuestra voz. Que sí, que siiii… que cantamos mantras, aullamos y formamos un círculo hermoso para sanar nuestra herida de visibilidad y cada día atrevernos a ser más y más auténticas.  

Así que con esa intención llego a ti, para escribir desde el ALMA.

Elijo abrir el mes de Julio con una energía hermosa: Julio es un mes de maduración interna (llevamos ya 3 meses desde que arrancamos con los rituales en el templo), así que las semillas sembradas comienzan a dar señales visibles de lo que está por florecer.

Es un momento para:

  • Sostener lo que ya comenzó a moverse en ti.
  • Revisar desde dónde actuamos: ¿seguimos en automático o ya estamos eligiendo distinto?
  • Distinguir entre lo que es auténtico y lo que es un ideal heredado.
  • Y sobre todo, alinearnos con una versión de nosotras más libre, más consciente y más presente.

Es por ello, que en el artículo de hoy quiero hablarte sobre el temazo que sé que les ha estado cortocircuitando la cabeza cada vez que me oyen hablar de él: el paradigma del sacrificio y el agotamiento. Siento que ya están listas para ir conmigo a un siguiente nivel.

¿Por qué glorificamos el agotamiento?

Porque lo hemos aprendido. Porque nos enseñaron que para merecer, había que sufrir primero. Que el éxito costaba sangre, sudor y lágrimas. (¡Si ven la mueca que acabo de hacer al escribir esto!) Que descansar era perder el tiempo. Que si no te estás forzando, no lo estás haciendo bien.

Y el temazo es que hemos normalizado tanto el agotamiento, que parar nos resulta incómodo. Nos sentimos culpables por no hacer. Por no producir. Por simplemente… estar.

Hemos automatizado la exigencia a tal punto, que incluso cuando el cuerpo pide pausa, la mente grita: “¡Rápido! ¿Qué falta por hacer?”

Y entonces seguimos. Aunque duela. Aunque arda. Aunque nos estemos apagando por dentro.

¿Sabías que el cerebro genera dopamina no sólo cuando logras algo, sino también cuando “sientes que estás haciendo algo útil”?

Y te cuento, la dopamina es un neurotransmisor que actúa como mensajero químico en el cerebro y está relacionado con la motivación, el placer y la recompensa: se libera cada vez que anticipas o experimentas algo que tu mente percibe como valioso o satisfactorio. Por eso el descanso nos resulta raro o nos resulta satisfactorio. Porque no nos activa ese mismo circuito de recompensa… estamos programadas para que solo se active cuando tachamos mil pendientes de la lista. 

¿Lo entiendes ahora?

Así que para muchas de nosotras, y me incluyo, aprender a descansar es un proceso de reprogramación. De dejar de confundir el amor con el sacrificio. El compromiso con la autoexigencia. El valor con la productividad.

La ciencia lo confirma: vivir agotada no es normal

Desde la neurociencia, sabemos que el cuerpo tiene una capacidad brutal de adaptación. Cuando vives bajo estrés crónico, tu sistema nervioso entra en lo que se llama modo supervivencia:

  • Tu respiración se acorta.
  • Tu digestión se ralentiza.
  • Tus pensamientos se vuelven repetitivos.
  • Y tu energía se va al piso… aunque tú sigas funcionando.

El problema es que ese “funcionar” te está saliendo muy caro. Porque vivir en modo supervivencia de forma sostenida:

  • Deteriora tu sistema inmune.
  • Afecta tu sueño, tu piel, tu concentración.
  • Y te desconecta de tu intuición y creatividad.

Y lo más importante: te vuelve adicta al hacer.

El ritual como acto de rebelión amorosa

En Beyond Roots creemos en los rituales como una forma de cortar con ese automatismo. Como una pausa que interrumpe el ruido y te recuerda:

No naciste para vivir agotada. Naciste para crear, para gozar, para SER.

Cada paso del ritual fue diseñado para devolverte al presente. Para que recuerdes que mereces sentirte bien. Que no tienes que esperar al burnout (a quemarte vaya) para darte permiso. Que puedes hacerlo ahora. Aquí. Con intención.

Te regalo un Ejercicio Poderoso: Haz una pausa. Respira. Y pregúntate:

  • ¿Qué parte de mi vida todavía siente que tiene que hacer mucho para sentir que vale?
  • ¿En qué área me exijo más de lo que realmente necesito?
  • ¿Qué puedo soltar hoy, para sostenerme mejor mañana?

Lo que comienza contigo… transforma tu mundo

Jefaza, quiero que sepas esto:

No se trata solo de agendar un ritual. Se trata de reconocer tu valor y honrar tu energía.

Porque cuando tú decides no seguir sacrificándote por todo y por todos… algo en ti se libera.

Y cuando tú te eliges, también estás enseñándole al mundo a hacerlo.

Y eso, mi Jefaza hermosa, es un verdadero acto de revolución.

Nos vemos en el próximo artículo. Y si sientes que este te confrontó (aunque sea un poquito), compártelo con otra mujer poderosa que esté lista para cambiar su narrativa.

Te abrazo fuerte, 

Adriana

¿Quieres vivir tu autocuidado desde una nueva perspectiva? 

Únete a nuestra comunidad en WhatsApp donde te compartimos rituales semanales que puedes hacer en casa, las mejores ofrendas de nuestro templo como herramientas para tu viaje de desarrollo personal y donde podrás intercambiar y compartir tu viaje con otras Jefazas. Todo pensado para que te reconectes contigo y encuentres tu tribu. ¡Únete ya, te esperamos! 💪🏽  

No te detengas

Explora Más